Bicicletas ¿Por qué es buena para los niños?

Bicicletas ¿Por qué es buena para los niños?

Los primeros recuerdos de nuestra infancia nos acompañan toda la vida, y uno que solemos compartir todos tiene como protagonista una bicicleta.

Una calle de tierra, un espacio público o una calle poco transitada, no importa el lugar, importaba que cada intento fuera mejor que el anterior.

Papá o mamá estaba cerca, con la mirada fija nos guiaba con consejos y palabras de aliento cuando aterrizábamos al suelo, o cuando temblorosos y de forma zigzagueante íbamos progresando poco a poco.

Seguro hubo quienes fueron primero llevados en sillitas en la bici de papá o mamá, o tal vez en un triciclo, otros nos acercamos por primera vez a una bicicleta a través de las rueditas compañeras.

Es que lograr el equilibrio en esos momentos suele ser un desafío importante, más cuando observábamos otros niños que ya habían logrado aquello que nosotros intentábamos.

Cada uno tendrá su propia película de recuerdos, sus coloreadas memorias de atardeceres de aprendizaje de pedaleadas.

Aprender a rodar es uno de nuestros primeros grandes logros de la infancia que nos brinda autonomía, confianza y seguridad para los siguientes desafíos que se nos presenten.

Para los ojos de los padres puede que se trate de que el niño aprendió a manejar la bicicleta, pero internamente para el niño es mucho más que eso.

Porque en el proceso de aprendizaje estuvo poniendo a prueba su capacidad de resistencia y adaptación, en una constante batalla entre la ansiedad propia de los niños y el obligatorio respeto del proceso.

Por eso muy importante que los padres, o adultos que acompañen a los niños en ese momento, además de la paciencia, comprendan que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje.

Otro factor a tener en cuenta es la diversión y la celebración. Los niños esperan divertirse, y aprender divirtiéndose es una experiencia que se queda grabada para siempre gracias a las emociones positivas que se ponen en juego.

La diversión implica ser creativos en cuanto a colocar objetivos y metas para que los niños se esfuercen en alcanzarlas, sin presiones ni esfuerzos excesivos.

Podemos hacer uso de lo que al niño le gusta para llevarlo al campo del aprendizaje mediante el uso de analogías o metáforas que comprometan al niño, dado que la constancia es uno de los valores importantes que aquí se ponen de manifiesto.

Siempre que aprendemos algo nuevo, crecemos, y más en un niño, que no sólo se sentirá más seguro y confiado, sino también eleva su autoestima y le brinda una autonomía e independencia que pocas otras actividades le otorgan.

Y como decíamos anteriormente, la celebración no debe faltar. No nos referimos a una fiesta por las pedaleadas realizadas, aunque el niño estaría feliz también. Nos referimos a simples gestos y trofeos por alcanzar determinado reto.

Nos referimos con celebración a que aprendamos los adultos a realizar devoluciones positivas, evitando caer en la crítica y los chistes irónicos o hirientes, mucho menos a señalar mediante comentarios despectivos.

Cada avance debe ser señalado y celebrado, aunque más no sea con un Felicitaciones! Y una sonrisa sincera, nacida del corazón.

Y para finalizar, queremos marcar otros dos beneficios que nos guardamos.

Cada generación vive su tiempo de acuerdo a valores personales y culturales que varían, aunque hay un núcleo que se mantiene, hay otros valores que cada vez ganan mayor peso y otros que van perdiendo lugar.

Nuestra sociedad poco a poco ha ido concientizándose cada vez más en los hábitos saludables de vida y en la ecología, en el cuidado del medio ambiente. Esta tendencia se evidencia cada día más y será rectora para las próximas generaciones.

La bicicleta es el primer contacto del niño con un hábito saludable y natural de vida, donde empieza a hacer propios valores como el cuidado del medio ambiente, así como también el compañerismo cuando empieza a disfrutar con amigos de sus escapadas y el cuidado de su propio físico.

Y eso nos da la pauta para el segundo beneficio: el desarrollo físico y cognitivo del niño. Aunque algo hemos mencionado, los músculos, la resistencia y la flexibilidad en su desarrollo neurológico se potencian gracias a la adquisición de nuevas habilidades como las pedaleadas.

Cada uno tendrá su recuerdo con su primer bicicleta, con aquellas primeras rodadas, sin embargo los beneficios los hemos vivido todos por igual, y cada vez son más!.

Como adultos somos parte del crecimiento de cada niño, a veces como protagonistas enseñando y acompañando, pero muchas más veces con el ejemplo.

Seamos el ejemplo, es la mejor forma de que los niños adquieran y hagan suyos los valores que pretendemos para la sociedad del mañana.

 

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