Desde hace unos años, y acelerado por la pandemia, crece incesantemente el uso de la bicicleta como medio de transporte, como recreación y también para diversión.

Es por eso que cada día hay más personas de todas las edades que se animan a asomarse a este hermoso mundo, nosotros como especialistas brindamos nuestro conocimiento para que la experiencia sea óptima.

Junto a la elección de la bicicleta, tenés que conocer cuál es la postura ideal, este tema suele pasar desapercibido y nos largamos a pedalear sin más, incluso muchos locales de bicicletas no ponen el foco en explicar debidamente.

Este artículo tiene por objetivo recorrer cuáles son los factores que tenés que tener en cuenta si estás por empezar a rodar o si ya lo estás haciendo habitualmente.

Todo esto es muy importante dado que una lesión, los dolores o simplemente alguna molestia que puedas tener en tus rodadas afectan tu motivación y te puede alejar de un mundo maravilloso que tiene muchos beneficios para tu salud física y mental.

Para disfrutar al máximo, lo primero a lo que tenés que atender es a la ergonomía de la bicicleta, para que distribuya el esfuerzo que realices de manera proporcionada y así lograr armonía en tu postura al pedalear.

Además, para una postura ideal es necesario que uses un cuadro de talla que sea específico para vos.

Otro factor muy influyente en tu experiencia de conducción es la altura del asiento o sillín, es vital dado que serán tus rodillas las que sufrirán las consecuencias si la altura no es la correcta.

Si nos ponemos detallistas podemos decirte que el ángulo de la rodilla debe oscilar entre los 70º cuando está flexionada (el pedal arriba) y 150º cuando está extendida (pedal abajo).

Sólo así vas a evitar la sobre exigencia del tendón del cuádriceps, y no dejes de estar pendiente que la rótula no sobrepase el pedal cuando la rodilla esté flexionada.

Relacionado al asiento, si adoptamos una postura erguida el asiento debe ser grande y ancho con amortiguación, en cambio si es postura inclinada basta con uno más estrecho y más duro.

No queremos dejar pasar la oportunidad para remarcar que el asiento debe estar siempre en posición horizontal, dado que si está inclinado puede afectarnos en nuestras partes blandas.

Siguiendo con el asiento, una manera de darte cuenta que está bien configurado el asiento es cuando los pedales situados en paralelo al suelo permiten que las piernas tengan un ángulo de 90º, teniendo en cuenta la rótula y el apoyo del antepié en el pedal.

Vas a prevenir y proteger a tus rodillas sólo con tener en cuenta ese dato.

Sobre la colocación del pie, es muy común que de chicos nos enseñen a pedalear sin prestar atención a cómo ejercemos la presión sobre el pedal para que suceda la magia.

Entonces hacemos lo que podemos y de la manera que nos sale, generalmente haciendo fuerza con el centro del pie.

La posición del pie adecuada es ejercer fuerza sobre el pedal con la parte distal, o también llamado antepie, sólo de esa manera evitarás que dicha presión provoque molestias en tu pedaleo.

Si hablamos del manillar o manubrio, también debe ser regulado, tanto en su posición adecuada como también en su forma correcta.

En bicicletas erguidas nos debe permitir mantener la espalda con curva fisiológica, cuanto más inclinada es la bicicleta, aumenta el ángulo del hombro y la columna, pero nunca ha de superar los 90º, ya que generan mucha tensión en los brazos y espalda, se nos sobrecargaran los hombros y el cuello.

Cuidando la altura y la distancia del manubrio evitamos tensión en codos, hombres y cervicales, también en muñecas.

A esta altura tal vez estás pensando que son muchos los aspectos a tener en cuenta, sin embargo, el consejo que te brindamos es que te asesores personalmente con especialistas, quienes te van a medir e indicar los cuidados para que te protejas de cualquier lesión o molestia.

Que tu experiencia arriba de la bici sea inolvidable y sigas pedaleando depende de muchos factores, la postura que vas a adoptar es uno de los más importantes, y aquí lo quisimos dejar reflejado.